logo, estamperia, carballo

Nuestra Historia

Allá en el año 1972, tras haber dejado la profesión de futbolista, comienzo a trabajar en una empresa en la que se estampaba pura y exclusivamente la licencia de “Titanes en el Ring”. En dicho empleo el horario era de 18hs. a 6hs. y de 6 a 18hs.

En 5 meses de trabajo, en los dos turnos, se consigue hacer 1.000.000 de estampados sobre prenda armada de tela sintética, sin la utilización de maquina alguna en el proceso.

Finalizado este contrato con la firma BEVI SCA. el señor Roberto González me propone una sociedad de cinco años de duración, así nace Gon-Car S.R.L.

La idea no era hacer una estamperia convencional, nuestra idea era lograr un estampado de un nivel superior al que se realizaba en el país hasta ese momento.

Logramos tener éxito en el emprendimiento y nuestra clientela comenzó a nutrirse de empresas pertenecientes al mundo de la moda. (Barbarella S.A. – Chitex -Feminisima S.A.- Laib Argentina S.R.L. - Mio Creaciones - Mois Chami – Textil Oasis – Rosibe – Ricardo Redondo y Hnos. S.A. – Sedler Hnos. – Sion Ensani e Hijos, etc) esto nos exigió mantenernos siempre actualizados con respecto a los nuevos productos y técnicas de trabajo, adquiriendo así experiencia y logrando una mayor calidad.

A través de diversos viajes y un continuo estudio en el perfeccionamiento de nuestro producto conseguimos tener lo “ultimo” en materia de estampado.

Así logramos, por ejemplo, en el año 1973 estampar purpurina, brillantina, polvo oro, polvo plata, flock, etc.; inexistentes hasta ese momento en una prenda de vestir.

En febrero del 74, introdujimos en el mercado el “estampado por transferencia” totalmente desconocido en el mercado, hoy comúnmente llamado “transfer por sublimación”.

Mediante la revista “Vosotras” (de una tirada semanal de 350.000 ejemplares) se dio a conocer al publico dicha técnica por medio de un papel estampado adosado en la contratapa con una imagen de un ancla, un marinero y un timón, y se explicaba al lector como transferir los mismos a una tela sintética.

Esto produjo un boom en el mercado por el cual fue necesario hacer un gran esfuerzo físico y económico para atenderlo.

Concluido el contrato de sociedad en diciembre de 1977, con gran sacrificio, comprando una casita de 60 mts2 en mayo del 78 se produce el inicio de “Estamperia Tato”, con dos mesas de estampado de 6 mts. cada una, una plancha, un horno y no mucho más, sin clientes ni instalaciones.

Creciendo en base a mucho esfuerzo y quitándole horas al sueño es como fue creciendo poco a poco la clientela, y por ende las instalaciones fueron progresando, de manera tal que en el año 1984 ampliamos a 600mts2 las mismas.

Con el mismo criterio anterior trate por todos los medios de hacer trabajos novedosos y de actualidad con materiales “exclusivos”, fui el primero en Argentina en estampar con una pintura que con calor se elevaba, hoy muy conocida como “puff” o “relieve”. Tal fue la novedad que tuvimos que trabajar día y noche para cumplir con la clientela, llámese Pin Ball, System Basic, Kosiuko, Wanama, John L. Cook, Jazmin Chebar, Maria Cher, Julien etc…

A la cual en tres meses se le estampan 700.000 prendas.

Con el paso del tiempo, y ante los requerimientos del mercado, me vi en la obligación de estampar tela por metro, comencé con dos mesas de 32 mts de largo y ¡oh sorpresa! no daban abasto con la cantidad de pedidos, de modo que fue necesario comprar la casa lindera terminando con una superficie de 2400mts2, como consecuencia de esto se incremento también la cantidad de empleados y operarios para una buena atención, también a nivel administrativo. En fin, se creo una empresa PYME con personal altamente capacitado, llevado a ello por una gran demanda y la inquietud de toda mi vida: “Hacer las cosas mejor que bien”.

José “Tato” Carballo.